CUETJOVEN (Cueto joven), es un campo de trabajo que organizamos las Dominicas Misioneras de la Sagrada Familia en el verano. Compartimos la vida y la misión con las hermanas y la gente de comunidades nuestras en África y América… este año nuestro compartir fue en Camerún…
Siempre vamos con muchísima ilusión y nos esperan caras alegres, personas con ganas de compartir, niños que juegan y sonríen continuamente… Trabajo… ¡mucho!..., pero compensado con la gratitud y el afán de colaborar, aprender y crear familia, de tantas personas que se acercan y quieren vivir la experiencia con nosotros…
Este año tuvimos talleres de manualidades, baile, música… Trabajamos en la construcción de una escalera, que era el acceso a una fuente, donde diariamente muchas personas de la comunidad tienen que ir a recoger el agua… Arreglamos la gruta de la Virgen, lugar de oración para todos los que bajan al barrio… pintura en la escuela maternal… Visita a las familias… Mucho que hacer, pero sobre todo acogida y alegría que se manifestaba en cada actividad, en cada encuentro… Muchos ratos de oración en los que compartimos la fe sencilla del que agradece y pide de corazón… Tiempo especial para los que con tanta ilusión vamos a “DAR” y lo que realmente sucede es que “RECIBIMOS”… una experiencia siempre inolvidable.
Siempre que finaliza un Campo de trabajo me pregunto qué podemos hacer en el siguiente… La vida que se recupera y que se transmite en estas actividades Pastorales es para mí el final de un recorrido Pastoral de todo un año… y es el comienzo para poder idear y caminar lo que en el lugar, donde cada uno estamos, podemos hacer y compartir con otros… Son espacios en los que los seglares viven y experimentan nuestra vida de estudio, oración, fraternidad. Es una manera real de vivir el Carisma, en comunidad, con personas muy diferentes… es ver que es posible la vida en común, al estilo de Santo Domingo, en espacios distintos, con culturas variadas, que conviven, sin ninguna dificultad… al contrario, recibiendo y dando mucha vida. Organizar y compartir esta experiencia, es para todos los que participan, estímulo para un compromiso que continúa en los lugares donde vivimos… Vivimos y experimentamos que con nuestra vida de comunidad manifestamos que “otro mundo es posible”.

Josefina González Iglesias

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